
JAS.- La Humildad llenó el Miercoles Santo de Marchena de anhelos romanos y servitas.La romanización no solo no cesa en este rincón de la campiña, sino que continúa dos mil años después.
Haciendo gala de su fuerte personalidad, la pasión marchenera se reanuda tras la pausa de lunes y martes sin pasos en la calle, con un alarde de soldados romanos que prenden al señor de la Humildad en su salida y le obligan a escuchar la sentencia de Pilatos, leida por un centurión con nombre judío: Abraham Reina. “Prendido quedó Jesús, ante Caifás lo llevaron, Rasgadas sus vestiduras, escupido y maltratado” suena frente a la capilla del desaparecido convento franciscano de Santa Clara, entre los sones de la banda de cornetas de la Hermandad. Además, estos romanos son los únicos del municipio que tienen su propia página web http://www.centuriaromana.com/
Los romanos tampoco dan tregua al Señor sobre su paso. El misterio de la Humildad estrenó en 2003 tres nuevos romanos obra de Jesús Curquejo y un sayón con solera y nombre heredado ”El Macaco” que da nombre popular a la cofradía, asi lo recogen sus reglas. La característica fealdad de las figuras secundarias, ha acompañado en la última centuria al Miércoles Santo: todos los sayones han llevado el nombre de “Macaco”.

La reciente restauración del rostro de la Virgen de los Dolores por José María Calderón, ha dado como fruto mayor belleza, -si cabe- y mayor estabilidad a la talla. La recuperación de la historia de la hermandad le ha dado mayor riqueza tras la confirmación de que la Virgen procede de una congregación servita propia.


Esta nueva Humildad y Paciencia que se redescubre a sí misma gracias a la historia también introduce nuevas calles estrechas en su recorrido, huyendo del inapropiado ruido de las terrazas de los bares de San Pedro. Este año se recreó por Menéndez y Pelayo antes de volver a su capilla. Allí, la Virgen fue recibida pasadas las dos de la madrugada por un coro de voces con nostalgias de convento desaparecido.
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