En los ultimos años esta naciendo una nueva Marchena ante los ojos de los que nos queremos dar cuenta, y de los que pensamos que una sociedad es una suma de individuos y algo que se hace continuamente. Uno de los fenómenos sociológicos más interesantes de los últimos años ha sido la llegada de ciudadanos de todas las partes del mundo hasta Marchena.
Hace solo tres o cuatro año, un marchenero se partiría de la risa si le dijeran que ibamos a tener vecinos chinos, musulmanes, africanos o americanos. Y mira por donde abre en la calle Santa Clara una tienda de chinos. Aunque la imagen del cambio para mí es una foto de comunión en el escaparate de Avalos, con una niña de piel negra, que contrstaba vivamente con el traje blanco.Fundamentalmente el racismo es un problema económico y cultural, hay quien dice que el racista es por definición un inculto o desconocedor de los beneficios de lo que ahora llaman con tanto bombo sociedad multicultural.
Quizá los racistas y xenofobos, que los hay y muchos, olviden las afrentas de media europa a nuestros propios emigrantes. Esto es un desafío para la capacidad integradora de nuestro municipio. Marchena tiene fama de conservadora a nivel social, esto es grupal, sin embargo ya se están estableciendo relaciones muy fuertes entre los marcheneros y los emigrantes, de amistad y pronto surgirán familias multiculturales y por supuesto, de varias religiones distintas.
También existe en Marchena una amplia población homosexual, según las encuestas, un 10% de la población, que en muchos casos optan por irse fuera de Marchena en cuanto pueden, o que viven aqui y ocultan su condición. Este tema tabú donde los haya, ni siquiera ha sido debatido por el pleno, a pesar de que ha sido objeto de polemica a nivel nacional todo el año, por la llegada de las bodas entre personas del mismo sexo.
Ellos también están propiciando un cambio social lento pero inexorable y reconocerlo no es hacer proselitismo o darselas de moderno sino abrir los ojos a una realidad que muchos no quieren ver, llenos de prejuicios como están.Y continúo con los cambios sociales, los mas grandes se estan dando en el seno de la familia tradicional. Cambios en el modelo de la familia, en donde la mujer trabaja, cambios en el ocio, en la diversión, en la tranmisión de conocimientos, que ya no se hace desde las personas de mas edad y conocimiento a los mas perqueños, sino desde los medios de comunicación, convirtiendo a los adlescentes en anuncios andantes.
Ahora los pequeños se convierten en pequeños dictadores de muy malos humos a los que no se les puede ni llevar la contraria, no hablemos ya de transmitir algun tipo de valor que no sea consumo desaforado.Hay quien se empeña en ver en fiestas y tradiciones ancestrales la esencia de nuestro pueblo. Y si bien, es cierto que hay determinadas fiestas que concitan el interés mayoritario de la población, por sentirse representados en ella, no lo es que una fiesta del siglo XV o XVI representando determinados valores sociales de una sociedad que ya no existe, sea el único rito que puede representarnos. De hecho los ritos y tradiciones se inventan continuamente en función de los valores de la nueva sociedad naciente, sin que esto suponga una amenaza para la Marchena de siempre, que como vemos no cambia, es la misma de siempre.
Muchos en determinadas épocas de nuestra vida hemos echado en falta mayor tolerancia y libertad en el ambiente social del pueblo, algo mas acentuado mientras mas atrás nos vayamos en el tiempo y menos conforme nos acerquemos al dia de hoy. Pero lo cierto es que la sociedad la vamos haciendo nosotros cada día, y cuando culpamos injustamente a los inmigrantes de problemas que son de nuestra propia sociedad, -robo, delincuencia de procedencia juvenil- como para echarles la culpa a los recién llegados y quitarnos el muerto de encima, estamos sentando un injusto peligroso precedente mas propia de sociedad totalitarias.
Han ocurrido y van a seguir ocurriendo actos delictivos en nuestro pueblo que van a ser aprovechados por unos y otros en función de intereses para culpar con razón o sin ella a los recién llegados.Estos problemas de convivencia se solucionan solamente de una manera, con mas cultura de tolerancia, y fomentando nuevos eventos en donde unos y otros nos podamos reconocer y veamos que lejos del topico el ser humano es el mismo por dentro en todas partes del mundo. Algo en lo que creo profundamente, no como eslogan en plan United Colors of Benetton, sino porque lo he visto y lo he vivido, he conocido a vecinos de Marchena que injusta e ilógicamente sufren rechazo por tener un origen o religion distinta.
De momento pocas instituciones han dicho una palabra mas alta que otra en favor de la digndidad del hombre, que son base de todas las religiones y de todos los partidos politicos y de las instituciones democráticas, promulgada por vez primera por la declaración universal de los derechos del hombre, revolucionaria y francesa. No obstante este es un tema que da para mucho y para muchos puntos de vista. Seguiremos hablando del asunto.
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