OPINION: Rumorología, un arma política

.
Cuando los rumores afectan a instituciones como partidos políticos, a organismos oficiales, a empresas privadas, nos damos cuenta de que la rumorología alcanza la categoría de arma, de estrategia política y comercial, y que desde luego no es algo que surge espontáneamente del alma de la gente sencilla del pueblo, sino que hay algo más detrás. Ante un rumor preguntarse a quien beneficia y encontraremos al rumoreador.

Los rumores que se han hecho circular sobre nuestros politicos en los ultimos tiempos han demostrado tener bastante mala uva, supuestas enfermedades, previsibles dimisiones, futuribles batallas politicas internas entre quienes estarían dirimiendo el futuro. El rumor es por definicion un concepto opuesto a la noticia, sin embargo el ruido que sale de estos rumores refleja el estado de batalla campal que en los ultimos años ha alcanzado la politica local y que tiene como finalidad "quemar" a tal o cual adversario politico sin mancharse las manos.

Cuando se acude al rumor es porque falla, o se desconocen, -por falta de cultura de los politicos en muchos casos- los resortes de los medios de comunicación. Donde hay información no hay rumor. Todo el mundo sabe que la información es la mejor arma contra el rumor. Qué necesidad debería tener nadie de echar a rodar rumores, cuando existen unos medios de comunicación locales a través de los cuales lanzar mensajes, crear debates ciudadanos. Porqué no, debates publicos entre personas del mismo partido. Se supone que los partidos son instituciones democráticas donde cabe perfectamente la discrepancia y el debate. Todo se puede decir con las palabras y el tono adecuado. Sin embargo aqui el que se mueva no sale en la foto, y lo que hacen es salir al publico vendiendo magnificos proyectos, codo con codo con el compañero, aun cuando sepamos que en realidad se clavan puñales por la espalda. Algo que nunca reconocerán en público.

Yo verdaderamente me quitaría el sombrero ante un politico que saliera a la palestra y dijera, mire usted yo no estoy de acuerdo con mi compañero, pero entre los dos estamos trabajando por buscar un acuerdo para dar solucion a tal problema. Un poquito de porfavó, de normalidad, de relax, una imagen menos acartonada.

Eso hoy aqui es ciencia ficción. Aqui se acude a los medios solo para vender motos -motos que cada vez menos compran, y venden mal. (Un concejal hablando en TV 20 minutos no garantiza eficacia del mensaje, solo responde a ansias de protagonismo). Los trapos sucios se lavan en casa, aunque haya un ambiente irrespirable en el interior, todo muy a lo drama de Lorca, en la Casa de Bernarda Alba. Andalucia profunda y del pasado. ¿O tal vez presente?. El rumor tambien trae al pleno un eco como de patio de colegio, donde fulanito era el que mandaba por ser el mas abusón y los demás a obedecer y eso es lo que hay. Pues no, hoy y aquí mandar mal, tiene su desgaste, como estamos viendo.

A los ciudadanos de a pie, no nos importan las vidas privadas de los políticos, con quien esta o con quien no. Los politicos son centro de interés porque administran lo público, y de ahi parte su faceta pública, que se relaciona con dicha administración. Lo que hagan en su casa es asunto de ellos y resulta de una puerilidad morbosa de patio de colegio querer jugar con esa parte privada. Y que además no beneficia a nadie, a ningun politico, porque los rumores lo mismo que van, vienen y se vuelven boomerang.

Se confunde lo privado y lo publico y no solo en lo anteriormente expuesto. Por ejemplo entre relaciones personales. Si una persona -no hablo de militantes- por convecimiento propio, por ideología, o por el motivo que sea -hay libertad de expresión- muestra no estar de acuerdo con algun partido, sobre todo gobernante, se expone verdaderamente a un curioso efecto. El efecto de la invisibilidad. En primer lugar los del partido gobernante -llámalo equis, hoy gobiernan unos, mañana otros- primero empiezan a no saludarlo por la calle, sin mediar más palabra ni explicación, -no matices ni conversaciones, ni acercamientos- ni le miran. Luego empiezan las presiones directas o indirectas, y si el rebelde en cuestión no cambia de opinión, empiezan los rumores falsos sobre temas publicos o privados, -comienzan a quemarlo-, se le cierran puertas, el objetivo es que se vaya del pueblo. -Si esa persona era maravillosa y trabajadora se convierte en vago, -no puede trabajar porque le han cerrado las puertas de lo publico-, polémico, resentido, alcoholico, depravado, degenerado o un loco (por este orden de gradación). Hay que tener mucha fuerza y mucho convencimiento para superar este trance.

Los que ponen en marcha este tipo de procesos inquisitoriales modernos -auspiciados por militantes ciegos a razones, de obediencia obligada y sueldo seguro-, sólo podrían darse cuenta de lo injusto y cruel que es, sufriéndolo en sus propias carnes y algunos ya lo han sufrido. Otros lo harán. No hagas a los demás lo que no quieras para tí.

Se confunde lo publico y lo privado cuando el ciudadano A expresa una opinión politica y el B -que no está de acuerdo- pone en marcha un mecanismo para tomar represalias: Ahi el B ya se ha ofendido personalmente con otro que solo ha expresado un derecho ciudadano constitucional y fundamental, la libertad de expresion. El desacuerdo politico, expresado con respeto y con las palabras adecuadas, no tiene porque ser motivo de ofensa. Todo lo contrario, es un verdadero placer, ser testigo de las contadas ocasiones en que se unen gentes de diversos partidos a debatir en armonia desde sus distintos puntos de vista, con respeto. Eso es la democracia. Y decir las cosas de frente y no por la espalda o a través de terceros. Si una persona esta convencida de una idea tiene que defenderla de frente, cara a cara y en voz alta, y si lo hace de otra forma es que no cree en ella. Los que usan los rumores en politica, tienen aun una relacion no resuelta con el patio del colegio. Y es que todo esto, al igual que muchas otras cosas, se arreglan con más cultura, más educación y menos consignas y menos obediencia ciega.

0 comentarios: