La campiña sedienta se enfada

El enfado de los ciudadanos de los municipios de la campiña, sedienta por cortes de agua desde el martes era creciente. El calificativo más usado ante la escena de reparto de agua con camiones cisterna era "tercermundista". Los vecinos acudían masivamente a los comercios a comprar agua potable, que hicieron acopio especial de este elemento, ante la subida de las temperaturas y el corte de agua.
Sin embargo, los bares, panaderías, empresas de construcción, lo tenían más difiicl para abastecerse de una agua imprescindible para continuar con sus labores diarias. Algunos aún tenían reservas en los depósitos desde el martes, cuando se produjo el primer corte, pero durante el viernes, el agua empezaba a escasear. En la mañana del viernes era imposible en Marchena tomarse un café, darse una ducha. Angel, propietario del Bar Najocamón, que necesita cada día 1000 litros de agua, acudía en la mañana del viernes a los depósitos municipales con un vehículo todoterreno y un depósito de varios cientos de litros para poder continuar con su negocio. "Solo podemos poner descafeinado y colacao, al menos con esta agua podemos continuar algo, porque desde el martes no tenemos agua".