Unas obras para construir viviendas al final de la calle Madre de Dios han dejado al descubierto el hallazgo arqueológico más importante del municipio, según expertos en arqueologia e historia consultados por esta redacción.
Se trata de todo un museo arqueológico romano al aire libre: huesos humanos, ánforas, monedas que revelan la importancia del conjunto arqueológico del Lavadero, -mayor de lo que se pensaba hasta ahora- ubicado en las inmediaciones del cementerio, conocido y catalogado aunque no suficientemente estudiado y divulgado. La ausencia de una carta de riesgo arqueológico ha permitido que las excavadoras hayan podido destruir dichos restos. Toneladas de tierra han sido removidas sin control arqueológico alguno ni el conocimiento de las autoridades, locales o provinciales, y posteriormente depositadas a un kilómetro, ya en campo abierto, junto al arroyo del lavadero. El estudio de dicho yacimiento podría arrojar luz sobre el pasado romano del municipio, del cual hasta ahora no se conocía absolutamente nada, ni existe ninguna publicación ni investigación al respecto.
El Alcalde de Marchena Juan Zambrano, cuya máxima apuesta para lo que queda de legislatura es la promoción del turismo cultural, anunció a esta redacción que encargará un estudio a los técnicos municipales, entre los cuales no existe la figura del arqueólogo municipal y confesó que esta misma mañana no conocía la existencia de restos arqueológicos. Tanto el Alcalde de Marchena como los grupos de la oposición han mostrado su preocupación por estos hechos.
Amantes de la cultura del municipio han puesto hoy los hechos en conocimiento de las autoriades, la Guardia Civil, el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, dada la importancia del hallazgo arqueológico y la magnitud del destrozo. Dicho destrozo continuaba en el día de ayer, lunes, cuando máquinas excavadoras continuaban aplanando las toneladas de tierra desplazadas a dos puntos: el arroyo del lavadero, a unos dos kilómetros y los aledaños de la carretera de Paradas, a unos cuatro kilómetros para, probablemente hacer que este hecho pasase desapercibido.
No obstante tanto el hallazgo como el destrozo son difíciles de ocultar, pues se trata probablemente del mayor yacimiento hallado hasta el momento, a falta de un estudio arqueológico más serio. No obstante la comunidad científica se mostraba hoy preocupada ante la posibilidad no solo de que el destrozo continúe, pues la obra hasta el momento no ha sido paralizada y ninguna autoridad ha intervenido hasta el momento. También alertaban del riesgo de que la muy numerosa comunidad de expoliadores de objetos arqueológicos terminase por destrozar los restos hallados fortuitamente.
El yacimiento romano del Lavadero, catalogado por la Universidad de Sevillla está amenazado no solo por este hecho. Ya hay proyectada una nueva promoción de viviendas en las inmediaciones del camino del oro, donde se cree se encuentran los restos más importantes, -hace 20 años se extrajo un mosaico de la zona-. Además ya han comenzado las obras de la piscina cubierta por parte del Consistorio, junto al Pabellón Cubierto a 5 metros de donde han aparecido los restos humanos. Por eso, los expertos temen nuevos destrozos si nadie lo remedia.
Este destrozo arqueológico viene agravado por un hecho similar ocurrido hace dos años en las inmediaciones de Santa María, en la zona de la alcazaba almohade donde de nuevo una actuación arqueológica sin control autorizada por el propio Ayuntamiento dejó al aire unos restos medievales o musulmanes que aun no han sido estudiados. No obstante la denuncia de este hecho en los medios de comunicación posiiblitó que hace pocos meses, el Ministerio de Fomento haya aprobado una actuación millonaria para posibilirar el control arqueológico en la zona y una posterior restauración de la muralla almohade de la zona.
El propietario del terreno donde han sido vertidos los restos, junto al arroyo del Lavadero, sin relación con la obra, recoge restos juntos a los curiosos que se quieren acercar a la zona, sin ningun tipo de control de las autoridades y recuerda como dede pequeño tiene memoria de que en la zona se asienta un pobaldo romano. Tambien rememora cómo simplemente con la lluvia afloraban montones de moneas en toda el área y cuenta al larga tradición del municipio en el destrozo de restos arqueológicos. El mismo ha sido testigo del destrozo de tumbas romanas en Vistalegre. Las que no fueron destruidas fueron vendidas por expoliadores.
Los expertos en arqueología muestran que tal y como se sospechaba, la magnitud del yacimiento es mucho mayor de lo que se creía. Así lo revelan las tumbas , las monedas y sobre todo los restos de estuco, decoración nobiliaria por excelencia, que ha aflorado en esta ocasión con gran profusión. Además se trata de la primera vez que aparecen restos humanos romanos en el municipio.
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